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Encuentran la forma de engañar a los sistemas de autenticación por reconocimiento de patrones de tipeo.

 

El Si6:

Fue allá por el 2003 en el Si6 donde iniciamos un conjunto de proyectos relacionados con la identificación de comportamiento de intrusos. Uno de los temas de investigación sobre el que trabajamos durante años, fue el de Keystroke Patterns o Patrones de Tipeo. El objetivo era el de poder identificar a un intruso, que se logueaba de forma interactiva a una shell, analizando su comportamiento de tipeo.

Aprovecho esta nota para nombrar a todos los investigadores que formaron parte del Si6, equipo al que me enorgullezco de haber pertenecido: Sebastián García, Flavio Fernández, Georgina Halladjian, Alejandro Benaben, Maximiliano Bertacchini, Luciano Bello, Verónica Estrada, Pablo Fierens y Carlos Benitez.

El Si6 no existe más, pero como los que estamos en este negocio sabemos que los rastros no se borran nunca en Internet, por si a alguien le interesa:

Como parte de nuestro trabajo, publicamos varios trabajos relacionados con la dinámica de tipeo, como por ejemplo:

Keystroke Dynamics:

Respecto a Keystroke Dynamics, el concepto es sencillo. Todas las personas utilizan sus dedos para oprimir teclas en un teclado. Del mismo modo que cada una de nosotros camina, sonríe o habla de forma diferente, también tipeamos de forma diferente. Por este motivo es posible identificar personas determinando lo que se denomina su “patrón de tipeo” o keystroke pattern.
Además de los trabajos de investigación, también desarrollamos una aplicación para detectar estos patrones en aplicaciones la web. La aplicación se denominaba k-profiler y los resultados de la investigación fue publicada en el paper: User Clustering Based on Keystroke Dynamics

 

El concepto consiste en medir los tiempos de latencia entre diferentes acciones realizada en el teclado (como apretar o soltar una tecla). La medición suele realizarse sobre el tiempo entre dos teclas sucesivas o “digrafos”.

En esa época, habíamos imaginado una némesis para el concepto. Consistía en la posibilidad de que un intruso alterara artificialmente su patrón de tipeo. De esta forma sería identificado como otro atacante y no como él mismo.

 

Malboard:

Pasaron 16 años y nuestro némesis se volvió realidad. Un grupo de investigadores de la universidad Ben-Gurion, descubrió una forma de engañar a los sistemas que autentican a las personas usando sus patrones de tipeo. El ataque, denominado Malboard, fue publicado en mayo pasado. En este caso, no es un usuario que se impersona en otro para falsear su patrón de tipeo. Sino que se utilizan dispositivos USB que se reconocen como teclados para inyectar comandos desde un teclado. Existen varios dispositivos de este tipo en el mercado, tal como el RubberDucky. Lo novedoso de este ataque es que los comandos se inyectan tal como lo haría el usuario al que se trata de impersonar.

Para el ataque, se evaluaron los patrones de tipeo de 30 personas realizando 3 acciones diferentes. A partir de la copia del patrón de tipeo, se inyectaron comandos maliciosos mientras se era monitoreado por diferentes sistemas de detección como TypingDNA o KeyTrac. El resultado fue que se logró evadir los sistemas de detección más del 83% de los casos.
Pero el grupo no se quedó sólo en el ataque. Desarrolló además un sistema que permite su detección. Con esto lograron un 100% de efectividad en la detección, al menos en las pruebas realizadas por ellos.

El método de identificación por patrones de tipeo se utilizó por primera vez con el telégrafo durante la guerra de secesión de Estados Unidos allá por 1860. Es interesante ver cómo técnicas como estas no mueren, sino que se reciclan constantemente evolucionando una y otra vez.

 

Nota por Carlos Benitez

Carlos Benitez es un reconocido experto en seguridad de la información.